MI PRIMERA BANDA

Estaba extasiada… Posiblemente fuera porque hacía un frío insoportable, o tal vez porque las dos cervezas de cebatruenos estaban haciendo efecto en mi pobre organismo… Me tambaleé como pude y deje caer mi cuerpo casi inerte sobre la fría nieve… Tenía los labios cortados y los nudillos cuarteados, mis pobres guantes se habían deshilachado como consecuencia de mi última batalla…
Como única compañía contaba con mi mascota Pelusilla, una polilla azul que me regalo Zahoraa… Me sentía abatida y desorientada, como si ninguno de los acontecimientos que habían tenido lugar la semana anterior tuviesen sentido para mí…
Me retorcí de dolor cuando la suave seda azul de mi toga rozó la herida casi reciente que una lanza me había ocasionado… Todavía estaba tierna… Tardaría dos, tres semanas en cicatrizar… pero no me importaba la marca… Una anécdota más que contaría a mis hijos, si es que vivía lo suficiente como para conocerlos.
El aire olía a guerra, a batalla... en definitiva al hedor de la muerte… Era tan absurdo todo aquello… ¿La alianza, la horda?? Y los que se morían eran los pobres ciudadanos de a pié… Estábamos jugando a ser dioses--- Pretendíamos repartirnos el mundo entre nosotros…
Alistamos a niños y ancianos a los que enfundamos con un mísero escudo y una daga o una maza y una cota de malla desgastada… Los mandábamos a una muerte segura… y todo… para q defendieran unos ideales… que en los tiempos q corrían eran cada vez más inverosímiles.
Lucy Miller, una niña de 4 años interrumpió mis divagaciones… La pobre estaba llorando porque no encontraba a su hermano Peter…
-Otra familia destrozada.- Pensé.
Eran tantas las secuelas que tenía esta lucha… Entonces recordé un tiempo pasado, en el q todos éramos hermanos, en el que la palabra odio todavía no estaba inventada… Lucharía por eso… Les proporcionaría a Lucy Miller y al resto de niños de Azeroth un futuro tan claro como el pasado que nosotros habíamos vivido…
Oengus (creo q es asi el nombre de mi colega jajaja)necesitaba mi ayuda. Nos íbamos a meter 25 personas de la alianza en una cueva sin salida con brujos y magos de vida indescriptible… Era una muerte segura… pero no había zafado yo varias veces ya de la muerte? ¿No la había engañado con piedras de alma y ángeles de la resurrección?.
Monté en mi caballo y me dirigí hacia la Península de fuego infernal. Cuando llegué una multitud de gente me recibió con los brazos abiertos (la verdad es q pase inadvertida… había demasiada peña)… Los ánimos menguaban cada minuto… ¡coraje!! Se oía de fondo. Pero los ojos de mis compañeros mostraban miedo y angustia.
Un tanque, dos dps, un healer y yo… formábamos mi grupo… La preparación era esencial… aunque algo liosa… teníamos q seguir estrella, rombo, cuadrado, tanga… Yo pensé q en vez de una mazmorra estaba haciendo un psicotécnico…
Todos esperamos q el líder diera la señal… Mi corazón latía con fuerza deseando q eso pasara… y por fin…
Comencé a maldecir hasta en arameo. Tire descarga de sombras, robé vida, maná, lluvia de fuego…
Cuando acabamos con todos los magos, un dragón se desató. Tenía mucha vida, y una fuerza inmesurable… Continué con la estratégica que se me había dado tan bien con anterioridad, pero esta vez no use fuego… Sabía que sería inútil…
Al final entre suspiros y gemidos… El dragón se tambaleó y cayó… La alianza se apuntó un nuevo tanto esta vez.
Cuando acabó la banda vinieron las recompensas… Una bolsa preciosa de gemas fue lo q me tocó en la subasta… Asi que chicos… ya estoy un pasito más cerca de haceros unos rolex jajaja